¡Escucha, siente, vive! ¿Te has dado cuenta alguna vez de lo próspero que resulta el día a día cuando los pensamientos positivos ocupan tu mente? Si es así, has vivido un primer acercamiento a lo que una buena conexión cuerpo-mente puede hacer por ti. Cada ondulación de la mente tiene resonancia en el interior de las diminutas células, del mismo modo que cada proceso químico o biomecánico de tu cuerpo teje los patrones de tu pensamiento. Uno de los valores de la práctica regular de yoga es precisamente la conexión que se establece con la sabiduría del cuerpo.
Observa el modo en el que piensas sobre tu cuerpo, cómo le hablas, y serás capaz de eliminar los patrones negativos de tu mente, y suplirlos por refuerzos positivos. Aprende a sentir la influencia del mapa mental de tu cuerpo, sobre los órganos, los músculos y las articulaciones. Cualquier secuencia de asanas que puedas seguir con la mente, podrá ser realizada exitosamente por el cuerpo. Esta es una clara comprensión de cómo trabaja el cuerpo, incluso, experimentarás de forma más placentera el movimiento de tus órganos, músculos y articulaciones.
La técnica del observador, permite hacerse sensible a los cambios sutiles, y ajustes, que experimenta el cuerpo todos los días. Un día agotador en la oficina, repercute sobre el alineamiento de tu columna, y esto a su vez, sobre el estado general de tus sistemas corporales. Si no has bebido suficiente agua a lo largo del día, te sentirás cansado, si no has dormido suficientes horas, puedes notar cierta rigidez en tus movimientos. Las razones de cambio en tu organismo son innumerables.
El yoga propone reemplazar el autocontrol por la conciencia. La conciencia sólo se halla si se atiende al cuerpo desde el momento presente. Escuchando no sólo las imágenes mentales, si no detectando las modificaciones sutiles, rítmicas y fluidas del movimiento corporal. El movimiento es el medio de expresión más directo del cuerpo. De acuerdo al filósofo griego Heráclito de Éfeso, la única verdad en la vida es pantha rei, es decir, “todo fluye”, absolutamente todo está viajando a través del cambio.
La conexión cuerpo-mente trae consigo además el recurso milagroso de la imaginación. Conociendo el punto de vista inmediato del cuerpo, la visualización mental positiva hace uso del poder de las imágenes para llevar al cuerpo a la activación, o relajaciones efectivas.
La visualización intuitiva puede comenzar en la respiración. Si te imaginas a ti mismo reflejando el movimiento del diafragma, las costillas y los pulmones, estás empleando la visualización para estimular la sensación de movimiento.
Cuando introduzco una nueva asana en clase, a menudo pregunto al practicante cómo siente el movimiento que acaba de incorporar. A menudo describe sus sensaciones con la metáfora de una imagen. La imagen que crea es su punto personal de arranque para el cambio, su experiencia presente del movimiento corporal. Como profesora, puedo entonces utilizar su imagen mental a lo largo de la clase para reforzar o mejorar su movimiento.
La experiencia del cuerpo tiene el valor añadido de la autenticidad. Según la educación que ha recibido, la memoria del cuerpo se convierte en el maestro, y las imágenes que la mente crea, aparecen espontáneamente cuando el cuerpo las reclama. Esta habilidad de la conexión cuerpo-mente es un don que merece la pena explorar para sanar el pasado, y vivir el presente con plenitud.
En tu próxima clase de yoga, prepárate entonces para utilizar la mente en positivo, disfrutando del ritmo de tu cuerpo en el presente, sintiéndote receptivo, y permitiendo que las sensaciones y emociones fluyan a través de ti. Sin juzgarte, todo es perfecto tal y como está pasando.
Gracias. Om Shanti, Paz.
Texto escrito por Naylin Númez G.