Conocer el yoga, practicarlo con disciplina, es una gran bendición.
Tal vez no eres consciente de esta bendición cuando el yoga llega a tu vida, pero cuando haya pasado un tiempo y mires atrás veras que es algo excepcional en tu vida.
Me gustaría darte unos consejos para aprovechar más tu práctica de yoga, primero, que siempre puedas ponerte como un alumno receptivo. Dejando a un lado los preconceptos, segundo, si no tienes confianza en ti mismo y no estás dispuesto a hacer un mínimo de esfuerzo para estar en clase, apagar el celular y confiar en que puedes hacerlo, realmente debes saber que ningún profesor te puede ayudar, realmente solo te puedes ayudar tú mismo, teniendo confianza en ti mismo, en que puedes hacerlo.
Tómate tus clases con la mayor seriedad, porque de ellas depende el beneficio que puedas sacar de las prácticas. Te recomiendo mucho que des tú mismo el valor al placer y beneficio que te genera la práctica, no el profesor o los amigos, porque realmente ese placer que experimentas con la práctica viene de ti. Tú eres la fuente de satisfacción y de amor, yoga es la herramienta por la que puedes llegar a ello, por eso entre más practicas más satisfecho estás contigo mismo.
Desde esta perspectiva se puede entender la prioridad que le doy al yoga en mi vida, porque quiero hacerlo. Detrás de cada práctica hay una voluntad sincera de querer hacerla.
El por qué hago yoga, cada vez lleva a una reflexión mayor, y si soy capaz de tener un coste de oportunidad que digo doy prioridad a esto y de momento esto otro se queda aparcado, lo hago porque sé que quiero conseguir algo que me beneficia, y lo hago porque yo quiero.
Entonces, quiero verme bien a mí mismo, y esto no es ser egoísta, llegar a ser la persona consciente, clara y feliz que quiero ser es el fin de la vida. Eso es espiritualidad, tener las cosas claras y organizarse bien, vivir la vida que uno quiere vivir.
Namasté.
Carlos Ignacio.