Saberse reconocer en el espejo del silencio, conectar con la sabiduría interna que clarifica y nutre. Parar, no hacer, contemplar para escuchar es la oportunidad de la meditación.
Atreverse a sentarse en silencio, una y otra vez, las veces que sea necesario, hasta que toda resistencia vaya abriendo espacio a la comodidad, al disfrute.
Observar si hay expectativas, metas, juicios o auto-regaños y volver al punto de enfoque, respiración, sensaciones, mantra, corazón, etc.
No es a base de esfuerzo o control que conectamos internamente, la consciencia sagrada de nosotr@s mism@s se va dando sutilmente.
No hay logros ni fracasos en el camino del auto-conocimiento, la práctica es desinteresada.
La transformación se produce de manera natural; cuando nos damos cuenta, un día, el corazón está en paz.



Una clase es una excelente oportunidad para abrir un espacio en el día a día y escucharnos desde otro lugar, abriendo la puerta de un auto-cuidado activo y un auto-conocimiento más profundo.
La práctica de Yoga tiene además variadas prácticas de Meditación que nos van guiando a un estado de conciencia más abierto, desarrollado más presencia, conciencia de un@ mismo, de nuestras relaciones y de los otros seres con los que estamos vinculados de una manera integral.
Ven y explorar la vida de otra manera, te esperamos en clase para compartir la práctica.
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